Era el 20 de julio de 1969, y Neil Amstrong pisó la Luna. “Un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”, el Doctor Enrique Ernesto Febbraro consideró esa ocasión ideal para nombrar el 20 de julio Día Internacional del Amigo. Desde su consultorio en Lomas de Zamora, profesor de Psicología, Filosofía, Músico y Odontólogo, Febbraro se encargó de enviar mil cartas a cien países, de las cuales recibió 700 respuestas. Así comenzó la fundación del Día del Amigo.
Febbraro fue socio fundador del Rotary Club de San Cristobal de Buenos Aires, barrio donde nació en el año 1924, y donde vive actualmente.
Compartió su iniciativa con un grupo de personas, con quienes formó un equipo que trabajó durante un año sobre la idea del Día del Amigo, bajo el concepto "Mi amigo es mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo. Él me enseña, yo le enseño. Ambos aprendemos y juntos vamos recorriendo el camino de la vida, creciendo. Sólo el que te ama te ayuda a crecer".
El paso siguiente era visitar a diferentes organismos: nacionales, gubernamentales, municipales, políticos, religiosos, personas notables y con influencia, y amigos, con el objetivo de que continuaran su propuesta, y la propagaran en sus áreas de influencia. El lema era: "Un pueblo de amigos es una Nación imbatible", se destacaba que sería una celebración ética, sin fines de lucro ni fomento al consumo.
La idea de Febbraro comenzó a tener éxito. El primer progreso fue el decreto Nº 235/79, del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, por el cual se autorizaba la celebración y le daba un marco legal. De a poco distintos organismos y entidades fueron adoptando la celebración, extendiéndose principalmente por toda Argentina, y algunos países de América Latina. Luego distintos países del mundo fueron adoptando el Día de la Amistad. Enrique Ernesto Febbraro fue candidato dos veces al Premio Nobel de la Paz.
1 comentario:
a todas mis amigas les mando un beso .
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