Cámaras fotográficas, juguetes, relojes, calculadoras, control remoto, entre otros aparatos que se utilizan diariamente, son alimentados por la energía que producen las pilas, logrando que éstas formen parte de nuestra vida cotidiana. Son útiles y pequeñas, propiedades que incitan al mayor consumo de estas fuentes de energía. El problema está en que hacer cuando su vida útil se terminó. Las pilas están recubiertas por una capa protectora. Cuando tiramos las pilas a la basura y luego éstas terminan en la tierra, con los años la capa protectora se descompone, y libera los metales que contienen. El mercurio es uno de ellos, el que más daño puede provocar si se filtra a en la tierra, llega a las capaz subterráneas y contamina finalmente el agua que llega a los seres humanos y a los animales que la consumen. Esta sustancia puede ocasionar distintos daños, entre ellos se encuentran fallas renales, pulmonares, problemas en el sistema nervioso y pérdida de vista y oído. Otros de los componentes que no serían benignos para su digestión son las sales de plata, el óxido de manganeso, zinc, litio, níquel y cadmio. Según los distintos tipos de pilas, cambia la contaminación que pueden provocar. Una micropila de mercurio puede contaminar hasta 600.000 litros de agua, una de zinc-aire 12.000 litros y una de óxido de plata 14.000. Lo ideal, para prevenir la contaminación de las pilas, es llevarlas a un centro de reciclado, donde se les aplique el tratamiento adecuado. En caso de que no se encuentren este tipo de lugares cerca, hay una serie de cosas que las personas podemos hacer para evitar o disminuir la contaminación que las pilas eliminadas provocan. Una de las posibilidades consiste en comprar pilas recargables, ya que éstas pueden sustituir hasta 300 de las desechables, disminuyendo la cantidad de pilas arrojadas a la tierra. También existen las pilas salinas, que tienen menos duración, pero su toxicidad es muy baja. Hay un nuevo tipo de pilas que están saliendo a la venta, que son conocidas como verdes, ecológicas o biopilas, que contienen una graduación de mercurio muy reducida. La opción más efectiva, que no contamina, son los productos que utilizan energía solar.
jueves, 5 de junio de 2008
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