Existe un temible personaje de cuentos infantiles, a quien todos los perros temen, llamada de Cruela de Vil. En la vida real, Beth y Brian Willis lucen abrigos hechos con el pelaje de sus mascotas. Las prendas requirieron un lento y paciente trabajo de recolección de pelos que sus perros Kara, un Samoyedo blanco, y Penny, un Lapphund sueco, dejaban sobre las alfombras, sillones y los que caían al cepillarlos. La pareja británica tuvo la idea de los abrigos-mascotas luego de ver a la princesa Diana de Gales, con un tapado de pelo de perro en el programa televisivo sobre Crufts, un concurso canino. Los Willis afirman que la memoria de sus queridas mascotas es cálida y además impermeable.
sábado, 29 de marzo de 2008
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