El suceso que presentó la Luna el viernes pasado se produjo por dos factores: por un lado el satélite alcanzó la órbita más cercana a la Tierra, por otra parte el hecho coincidió con una fase de la luna llena. La NASA informó que el satélite terrestre ha sido un 14% más grande y un 30% más brillante. La Luna se encontró a 363.000 kilómetros de nuestro planeta, 30.000 kilómetros más cerca de lo habitual. Además de que la órbita estaba en su punto más cercano a la Tierra, el satélite estaba en su fase de luna llena, coincidencia que tuvo lugar hace 15 años. "Solo ocurre cada poco años que una luna llena coincide con la parte de la órbita de la Luna más cercana a la Tierra", explica Marek Kulula, astronómo del Royal Observatory británico en declaraciones a la BBC. Apuntan que dentro de al menos ocho años se volverá a dar el fenómeno.
La Luna brillando sobre Winterberg, Alemania. (EFE)
Fuente: 20minutos.es
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