El pasado viernes 26 el piloto Yves Rossi cruzó el Canal de la Mancha volando, llevaba en su espalda un ala propulsada con turbinas. El recorrido le tomó 12 minutos, a una velocidad de 190 kilómetros por hora anduvo 37 kilómetros, los cuales separan las islas británicas del resto el continente europeo. El suizo saltó de un avión a 2.500 metros de altura luego de encender su ala, que funciona con motores de propulsión a chorro. El ala, de 55 kilos, es de un compuesto de carbono ligero y no tiene sistema de dirección. Para controlar su movimiento, Rossy usó su cabeza y su espalda. Su equipaje estaba perfectamente pensado: traje especial, casco y paracaídas. Rossy descendió en una pista ubicada cenca del Lago de Ginebra, primero en caída libre, luego con un planeo suave y finalmente encendió las cuatro turbinas para acelerar hasta 300 kilómetros por hora en el pico de una montaña. Se puede ver un video que transmitió National Geographic Channel en vivo, en el siguiente sitio web: www.natgeotv.com/jetman.
Fuente: Clarin
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